Un trabajo repleto de ritmos sincopados herederos del baile de los 80 y 90, pero con arreglos completamente originales y contemporáneos.
Jokin Pinatxo reúne el perfil del librepensador: creativo, divertido, ambicioso en lo artístico y tranquilo y amable en lo personal. Nos llega desde Bera (el pueblo con más músicos por metro cuadrado de Euskadi) con una voz insólita, especial, y una amalgama de ritmos sincopados, con alma negra, electrónica o funk, herederos del baile de los 80 o 90, pero con arreglos completamente originales y contemporáneos.
Janus Lester es una banda espectacular. Al propio Jokin se le suman Garazi Esnaola (Teclado), Mattin Arbelaitz (Bateria), Julen Suarez (Trompeta), Andoni Arriola (Trombon), Ane Bastida (Bajo) y Javier Echarri (Guitarra).
«Maitasuna tabu» fue su estreno, sorprendiendo a propios y extraños sin haber dado ningún concierto. Un single abierto, colorista y rítmico que les abrió las puertas de radios y plataformas.
Con su segundo single adelanto, «Ez gaitzala loak harrapatu«, grabado y producido en los Estudios Gaztain por Eñaut Gaztañaga como el resto, Janus Lester adelantaba el nombre del disco y nos hablaba de parar el tiempo, de noches infinitas donde los sueños despiertan y de lugares donde hicieron bailar sus consciencias.
«Dap dap» nos trajo la coreografía más divertida vista por estos lares en los últimos tiempos, junto al estribillo más trepanador de cerebros.
Y ahora completan el álbum «Anai«, un tema que arranca con la tensión del piano para desvanecerse entre arreglos de viento, el desenfreno y la intensidad de «Gazi gozoak» y la juguetona «Zurriola» que parece preparada para ser interpretada en plena playa en el Jazzaldia.
Una coctelera donde también entran coqueteos con el jazz-funk en «Orain» o el blues en «Ihes«. «Udazken egun hura» cierra el disco con una balada que sale de lo más hondo de Jokin. Una despedida cantada con todo el poderío de su voz puesta al servicio de sus sentimientos.
Janus Lester es un crucero musical en el que nuestro protagonista con gorro de capitán y su gran grupo se ponen en la pista de baile de un barco con bolas de espejo, luces led y una luz cenital, para ir parando en puertos musicales y visitar a amigos como Daft Punk, Arcade Fire, Arctic Monkeys, Tony Manero, Cher, Sam Cooke, Morgan o Nil Rodgers.
Una banda sonora en la que caben públicos de todas las edades, como en esos largos y divertidos cruceros por el mediterráneo en el que, al llegar a puerto, la fiesta espera.