‘Invincible Shield’ de Judas Priest, un alegato poderoso.

El nuevo disco de Judas Priest, «Invincible Shield», ya está aquí y llega para quedarse. Siempre es un privilegio escuchar a los chicos de Birmingham, que son historia viva de la música. Esta banda ha representado durante 50 años su legado en giras por todo el mundo, ayudando a formar los pilares que sustentan el arquetipo del heavy metal y la manera de entender este estilo musical.

«Invincible Shield», el nuevo disco, que podría haberse quedado en una mera continuación de su más que loable trabajo anterior, «Firepower», resulta un alegato poderoso. Un puñetazo sobre la mesa que supera las expectativas ya consideradas, demostrando así que la banda sigue en plena forma.

El disco cuenta con una obertura que es una maravilla ejecutada con sintetizador, para dar paso a uno de los mejores temas: “Panic Attack”, con una letra muy actual que no deja títere con cabeza, toda una declaración de intenciones. Aquí se hacen pocas concesiones a las nuevas vertientes del metal, ofrece lo que se espera dentro del tono clásico a la par que potente que impera en el disco, y al que la banda nos tiene acostumbrados. Riffs de guitarra desgarradores y ritmos rápidos se combinan con la increíble voz de Rob Halford (el «Metal God»), dando rienda suelta a una versatilidad que sigue sorprendiendo, pasando por tonos agudos en temas cañeros como «The Serpent and the King», que recuerdan al consagrado «Painkiller» de 1990, o melodías más sosegadas como «Crown of Horns» o «As God is My Witness» que cumple con todos los ingredientes más claramente identificativos y puristas del heavy metal.

Mención aparte para «Escape From Reality», que a título personal me parece un homenaje a Black Sabbath, cuenta con un ritmo duro, aplastante y algo oscuro, donde la voz de Rob parece intercambiarse en algún momento con la de Ozzy (colaboración que no he podido confirmar de forma oficial), toda una sorpresa.

En conclusión: se trata de un disco del que no te puedes aburrir. Está lleno de himnos que invitan a ser cantados a voz en grito en el próximo concierto y mantiene el pulso de principio a fin. Muy recomendable.

Algunos puristas dirán que el disco no innova, no lo pretende y no lo necesita, o que las variantes entre temas le restan carácter unitario a la obra. Yo creo que, lejos de ser algo malo, esto hace que el disco sea más divertido. Este es un disco de Judas Priest; ya sabías a lo que venías, has tenido medio siglo para empaparte, y si no, enhorabuena, tienes la oportunidad de conocer a una de las bandas más acojonantes de la historia

[Crítica por Sergio Gómez]