Adiós Amores se estrenan en la casa con «Soleada», primer adelanto de su nuevo LP

Podemos estar de enhorabuena: vuelven Adiós Amores. Y este regreso es toda una declaración de intenciones. Ana e Iman han llegado dispuestas a arrebatarte una vez más el sentido y el corazón. Se suben a un descapotable, levantan sus gafas de sol y te guiñan un ojo por el retrovisor mientras tú, preso de este crimen digno de Bonnie y Clyde, sabes que el resto ya es historia. Como si Harry Dean Stanton se hubiera perdido en Cabo de Gata, sólo te queda posar la mirada entre el Mediterráneo y el desierto, atender en silencio a lo que sea que suene en la radio y dejar que el sol atraviese tu piel hasta dejarla roja, «sabes bien que lo que abrasa luego calma». 

‘Soleada’ es el primer adelanto del dúo andaluz, quienes presentarán su primer largo, ‘El Camino’. Tras irrumpir en la escena como aguja que salta del vinilo en 2020, Adiós Amores no dejaron espacio a cavilaciones sobre la intención y actitud de su propuesta: frescura y pop juguetón de influencias sesenteras; melodías a medio camino entre Françoise Hardy, Jeanette y Elia y Elizabeth; y texturas y sonidos que, si no llega a ser por ellas, no las hubieran reclamado ni los herederos de Phil Spector en una década dominada por géneros urbanos.

Tras regar el panorama desde entonces hasta 2022 con ocho singles como ocho soles —además de una colaboración con los franceses La Femme—, el conjunto se adelanta a San Juan y anticipadamente inaugura el inicio al verano el primer día de junio, así como también lo hace esta nueva etapa en su carrera. Adiós Amores van un paso más allá y se meten de lleno en una instrumentación lujosa, elegante, más propia de la década de los 70 con arreglos de viento, interjecciones a lo Jane Birkin y hasta un solo de saxofón (cuesta pensar en quién fue el último valiente que en el pop español incluyera uno).

‘Soleada’ nos habla de sensaciones físicas, de dejarnos llevar, del misterio que se obra cuando el sol y la brisa se encuentran al entrar suavemente por la ventana una mañana estival. Entre ecos (nunca mejor dicho) a Dusty Springfield y Bill Withers también hay lugar para reivindicarse como una banda que suena a su tiempo, ya que el pop ligero, al igual que una ruina romana, jamás perderá su capacidad de maravillar. Ahí están bañadas por el viento de Gregal de Nu Genea o por los propios La Femme, quienes desfilan entre las influencias más actuales de Adiós Amores, la última gran joya del pop español.